Las cosas no son iguales desde aquel momento
Por Vicente Román
El 20 de agosto del 2011 se vivió
un episodio único en el mundo, en el complejo deportivo Territorio Santos
Modelo (TSM), hoy propiedad del grupo Orlegi Deportes, durante un partido de la
primera división de futbol mexicano entre el Santos Laguna y Monarcas Morelia ocurrió
una balacera a las afueras del estadio, echo que hizo eco dentro del inmueble
causando pánico entre las personas que se encontraban ahí, haciendo que todos
se pusieran contra el suelo para tratar de resguardarse.
Enrique Silva, reportero de 28
años que estaba en ese partido como
prensa de palco para “Yo deportivo” vivió un episodio que jamás olvidará, “no
nos dimos cuenta hasta que vimos a la gente agacharse y a los jugadores salir
corriendo” fueron palabras del hoy fotógrafo de cancha, el impacto de ver el
caos en las tribunas causo en él un estado de shock en el que permaneció por
varios segundos en los que no se pudo mover ni tratar de ponerse a salvo.
Desde otro punto del estadio, un
joven de 16 años llamado Damián Bambilla
que en esa época trabajaba en un bar llamado “Club” que está dentro del
estadio lo vivía muy diferente, al escuchar las detonaciones se vio desesperado
y trató de llegar a la zona donde estaban familiares por lo que poco le
preocupaba resguardarse.
En el terreno de juego Juan
Carlos Báez vivía uno de sus primero partidos como comentarista de cancha para
TV Azteca Deportes, el reportero hacia un comentario para la transmisión a
nivel nacional cuando se queda impresionado al ver que todos los aficionados se
agachan y saltan a la cancha mientras los jugadores y árbitros salen corriendo
hasta los vestidores.
“Estaba haciendo un comentario sobre el
partido cuando de pronto veo que toda la gente se comienza a tirar al suelo y
lejos de alarmarme y hacer comentarios apresurados solo digo: algo está… me
interrumpe el narrador y después sigo tratando de comentar lo que pasa pero sin
alarmar y solo diciendo lo poco que veía
y escuchaba porque en realidad no se sabía si los disparos eran adentro o
afuera del estadio, pero yo solo decía lo que alcanzaba a escuchar y ver desde
donde estaba”
Algo de lo que alcanzó a ver
Juan Carlos fue a la porra denominada “La Komun” que no dejaba de cantar y
brincar a pesar de la situación, entre ese grupo de aficionados estaba Alfredo
Morales, integrante de la porra y Sociólogo, “No nos damos cuenta hasta que la
gente se tira al piso, el sonido de los tambores y de las trompetas ahogaba el
sonido de las detonaciones”
En cuanto Alfredo vio la gente
que se tiraba al piso por instinto y por la educación preventiva que había
recibido hizo lo mismo, no obstante integrantes de la porra seguían cantando de
pie como una acción de valentía y heroísmo, hasta que llegó el momento donde no
pudieron más y también sucumbieron al pánico.
En el palco de prensa Enrique
Silva al salir del shock logra resguardarse en la parte interior del palco
donde ya se encontraban el resto de los periodistas que se encontraban en esa
zona del Estadio Corona, los cuales estaban en un estado de pánico donde el
llanto predominaba según la versión del reportero, “se escuchó un balazo que
parecía que estaban adentro porque se escuchó muy fuerte”.
Damián Brambila seguían
moviéndose al interior del estadio en zona de palcos donde dijo ver a guardaespaldas
y seguridad privada con armas de fuego saliendo de las suites cargando
cartuchos de sus armas listos para disparar.
Juan Carlos siguió narrando lo
que pasaba y después de que paro la balacera el comentarista comenzó a platicar
sobre la situación de inseguridad que se vivía en ese momento en toda la
Comarca Lagunera y lo desagradables que eran las imágenes de toda la afición
corriendo hacia la cancha envuelta en un pánico masivo según su punto de vista.
Alfredo Morales junto con un
gran grupo de aficionados se introdujeron a la cancha para tratar de
resguardarse por si regresaba el peligro, “Después de la catarsis tratamos de
comunicarnos con nuestros familiares”, según el sociólogo los protocolos que
siguió el Club Santos fueron los correctos al cerrar las puertas del inmueble y
dar indicaciones minutos después del incidente.
Al salir del estadio había
mucha incertidumbre por no saber qué había pasado, el ver patrullas ponchadas y
elementos policiacos corriendo creaban una atmosfera de inseguridad según la
versión de Alfredo.
En el palco de prensa también
regresó la tranquilidad cuando llegaron elementos de seguridad e informaron que
todo había pasado y que el enfrentamiento había sido fuera de las instalaciones
del complejo deportivo.
El siguiente partido en el TSM
fue el Santos Laguna vs Chivas que se disputo el 9 de septiembre del 2011, 20
días después del incidente, al cual tenían que asistir los mencionados (Alfredo
Morales, Juan Carlos Báez, Damián Brambila y Enrique Silva).
Opiniones encontradas fueron
las que dieron puesto que algunos si regresaban con temor a que sucediera otro
evento de la misma índole y otros regresaban pensando que solo había sido una
balacera mas como las que sucedían a diario en la región.
En lo que todos estuvieron de
acuerdo es que el ambiente era de inseguridad, el Club Santos y el gobierno del
estado montaron un operativo en el cual 1,200 efectivos policiacos y militares
participaron dentro y fuera de complejo deportivo.
También montaron una campaña a
la cual llamaron “Paz por México” donde previo al arranque del partido los
jugadores de ambos equipos, árbitros y personal del Club Santos se unieron bajo
el mensaje “Somos más por la paz” y al mismo tiempo dejaron volar globos
blancos, acto que fue apoyado por la afición, que levantaron pañuelos blancos
que les regalaron al entrar al estadio.
A 4 años de la balacera en el
TSM el clima que se vive es diferente, no se ha recuperado la confianza que se tenía
antes del suceso, “las cosas no son iguales desde aquel momento todo ha
cambiado” fueron palabras de Alfredo Morales quien no se siente seguro en el
Estadio y que acusa un maltrato por parte de las autoridades que también dice
crean un clima de inseguridad al estar encapuchados.
En lo que los 4 entrevistados
concordaron fue en que el horario de los partidos en una mezcla con el sucedo
del 20 de agosto del 2015 y la prepotencia de los elementos policiacos hacen
sentir hostigado e inseguro al aficionado que acude cada 15 días al Estadio
Corona.
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